Trastornos de la alimentación. ¿Qué hay detrás de ellos?

¿Conoces a alguien con problemas de alimentación?

Los tipos de trastornos más comunes que afectan tanto a niños y adolescentes como a adultos son  la obesidad, el trastorno por atracón, la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa. En la actualidad se sabe que estos trastornos pueden estar afectados por diferentes causas: biológicas, genéticas, socioculturales, familiares, comportamentales y psicológicas. Por ello es importante saber que el abordaje del tratamiento de este trastorno, deben llevarlo a cabo diversos profesionales de la salud de una manera multidisciplinar si fuera necesario.

¿Son peligrosos este tipo de trastornos?

La bulimia nerviosa es un trastorno caracterizado por episodios recurrentes de gran voracidad seguidos de conductas purgativas para contrarrestar la gran cantidad de alimentos conseguidos y de esta manera poder controlar el peso. En ocasiones el aparato digestivo también se ve afectado siendo imprescindible la participación de un médico y/o nutricionista.

La anorexia nerviosa es una pérdida de peso exagerada, debido al seguimiento de dietas extremadamente restrictivas y, la mayoría de las veces junto con dietas purgativas ya sean vómitos auto-inducidos, exceso de ejercicio físico y/o abuso de laxantes. Estos dos trastornos están caracterizados por la obsesión de tener un cuerpo «perfecto» con respecto al canon de belleza imperante de nuestros días, es decir, tiene más valor estar delgada o delgado, guapa o guapo que estar bien alimentada. Es un problema psicológico, al que posteriormente se le añaden el problemas fisiológicos debido al mal funcionamiento del cuerpo entero.

El trastorno por atracón lo padecen personas que se dan atracones de comida de forma recurrente, los cuales irán acompañados de pruebas subjetivas y comportamentales de falta de control sobre la alimentación y de malestar por haberlo hecho. La persona puede llegar a ingerir grandes cantidades de comida para intentar detener su alto estado de nerviosismo. Hay que señalar que el bienestar causado por esa gran ingesta se transforma en sentimientos de culpa, los cuales no ayudan a su mejoría.

La obesidad es una acumulación de grasa corporal excesiva. Es el problema de alimentación más frecuente en los países occidentales. La ecuación que expone que pesamos la cantidad de calorías que ingerimos menos las que quemamos podría llegar a explicar, de una manera  general, el padecimiento de esta enfermedad, siendo el sedentarismo el peor enemigo junto con la ingesta de grandes cantidades de calorías.

Estos cuatro trastornos pueden llegar a cambiar la actividad diaria de una persona si no se tratan a tiempo. En casos extremos se puede hasta perder la vida por un mal funcionamiento interno.

¿Qué comparten todos los problemas de alimentación?

Todos ellos tienen un punto en común, la ansiedad que están experimentando es el engranaje clave para que el trastorno persista. Se ha comprobado que si  la ansiedad disminuye, es más fácil acabar con el problema. Determinados pacientes entran en un bucle del que les es difícil escapar sin la ayuda de un profesional.

La falta de información o el exceso de la misma, pueden ocasionar una deformación en la manera de pensar y comportarse hacia los alimentos.

Es importante cortar la relación entre estar nervioso o triste y comer para sentirse bien, ya que ese bienestar va a durar poco. Se debe conseguir cambiar determinados hábitos y trabajar algunos pensamientos que no ayudan a mejorar para poder superar este tipo de trastornos.