Principalmente la ansiedad es un mecanismo defensivo ante situaciones amenazantes, el cual supone la activación de determinadas partes del cuerpo. Este proceso, desde el principio de la historia de nuestro planeta, ha preparado a cualquier ser vivo para huir y salvar su vida. Si nos centráramos únicamente en esta explicación nos resultaría extraño comprobar que los síntomas de ansiedad, o de fobias, puedan aparecer ante algunos estímulos que a simple vista parecen inofensivos. Así, hablar en público, la presencia de un perro, un tunel, una araña o un pájaro pueden activar todo un organismo para querer huir ante esta situación.
La ansiedad es un estado emocional y fisiológico que se activa ante situaciones de peligro o que requieren de un estado de alerta y de gran atención. Es un mecanismo universal, se da en todas las personas, es normal, es adaptativo y mejora el rendimiento y la capacidad de anticipación y respuesta. La función principal de la ansiedad es movilizar el organismo y mantenerlo a punto para intervenir ante determinados riesgos o amenazas, de manera que o bien no se produzcan o no perjudiquen a la persona. El papel de la ansiedad nos lleva a tomar algunas decisiones como huir, atacar o adaptarse a la situación que se haya dado según el grado de repercusión que tenga para la persona.
¿Cuándo podemos decir que la ansiedad se ha convertido en un problema?
Esta ansiedad normal, antes definida, se puede convertir en problemática cuando se presenta ante contextos o estímulos equivocados o ante determinadas intensidades. De esta manera podríamos decir que la ansiedad es útil si tienes que escapar de unos ladrones, e inútil si vas paseando tranquilamente por el parque.
¿Por qué se convierte en un problema? ¿Por qué se activa en situaciones o en estados inadecuados?
En primer lugar habría que hacer referencia a un aprendizaje erróneo en la interpretación que se da a la ansiedad y a sus síntomas. También puede aparecer por la vivencia de una situación altamente negativa, por acumulación de estrés, por una ruptura sentimental o por una vivencia emocional desagradable.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad?
Ésta puede hacerlo desde diferentes síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos, a continuación se exponen algunos de ellos.
Fisiológicos: palpitaciones, dolor de cabeza, sudoración, trastornos del sueño, falta del deseo sexual…
Cognitivos: miedo subjetivo, ansiedad anticipatoria, confusión, poca concentración, hipervigilancia, pensamientos de preocupación sobre la aparición y consecuencias de los síntomas…
Conductuales: hiperventilación, morderse las uñas, hablar rápido, tartamudeo, tensión corporal, llantos esporádicos…
Si la ansiedad no se trata puede generalizarse a más situaciones de la vida diaria y convertirse en un problema muy incapacitante para la persona.